EDITORIAL AL Nº 315 – SEPTIEMBRE 2021
“Señores, no estén tan contentos con la derrota de Hitler. Porque aunque el
mundo se haya puesto de pie y haya detenido al bastardo, la puta que lo parió,
está de nuevo en celo.”
Bertolt Brecht
En plena campaña
electoral de las PASO en plena pandemia –aunque atenuada por la masiva llegada de vacunas–, la derrota de
los antivacunas aún es una materia pendiente, aún con la amenaza de nuevas cepas importadas, los desaprensivos de siempre, los que
miran hacia el norte y hacia Europa igual que hace 500 años, se mantienen
firmes en su terquedad.
Poco se asimiló
desde la Revolución de Mayo de 1810 y la Independencia
de 1816; se coló por los laterales un nuevo
imperio: el inglés, luego reemplazado por el norteamericano,
que hasta maneja mundialmente a una Unión Europea que nació en falsa escuadra,
descolorida y se evapora en su propia ineficacia.
Hoy en el año
2021, se discute si Joe Biden, es mejor, igual o
peor que su antecesor, Donald Trump, demócratas y republicanos, republicanos y
demócratas, las primeras medidas del “demócrata”
(como ocurrió en su historia) dejan mucho que
desear, se enfrasca en la sistemática provocación internacional contra China,
Venezuela, Irán y Cuba haciéndolos víctimas de
su propia incompetencia, nada se avanzó en descomprimir la tensión
internacional.
En plena crisis
de la OEA –un organismo desprestigiado y caduco–, con un Luis Almagro
como “empleado” del Imperio, se contrapone a la resurrección de la CELAC y el
MERCOSUR que promueven los nuevos gobiernos de Bolivia y Perú, junto a la
Argentina y México. Otros aires soplan en América,
que se resiste a ser “patio trasero”.
Colombia incendiada
con Duque, y Bolsonaro en Brasil en plena declinación,
marcan el ritmo regresivo de una crisis que se agudiza en los países aún
sometidos como “patio trasero”.
Los destinos de
Latinoamérica no se resuelven en forma individual, sino en forma colectiva, en favor
de sus pueblos y no de las empresas multinacionales, en beneficio de los
sectores más humildes y no de los enriquecidos con el sudor de frentes ajenas y
allí reside la cuestión.
Hoy en el país,
las derechas enquistadas en los medios dominantes de comunicación pretenden –hasta ahora con
éxito– marcar la cancha e imponer la agenda, sin embargo la inteligencia popular indica lo
contrario, y debe disputarle el terreno donde más le duela.
Perdieron la
partida de la vacuna-veneno, si ésta sí o aquélla
no, el 90% de la población está hoy vacunada (al menos con la primera dosis).
Ahora:
- La disputa está puesta en dominar la
inflación, y ponerle límites a un mercado que
aún controlan los factores de poder.
- Democratizar la justicia vergonzante, resabios
del pasado que no puede volver.
- Las dualidades son: pueblo o gente / tierra
o negocio / verdad o mentira / vacunación o cantinela / naturaleza o IRSA…
A no olvidar
que, como decía sabiamente Bertolt Brecht, el fascismo no duerme, tiene
atragantado su afán de revancha; ¡se recicla, se disfraza, se mimetiza! Terminar
con él es el gran desafío a futuro, en Argentina, en Latinoamérica y en el
mundo.
Hasta la Próxima
Recuadro pie de página editorial:
1) POR UN SALARIO BÁSICO UNIVERSAL Y
REBAJA HORARIA SIN REDUCCIÓN DE JORNAL
2) INTERNET Y CABLE A PRECIOS ACCESIBLES
COMO DERECHO HUMANO A LA COMUNICACIÓN, GARANTIZADO “POR UNA EMPRESA NACIONAL PRESTADORA”
No hay comentarios:
Publicar un comentario