miércoles, 30 de marzo de 2022

EDITORIAL AL Nº 322 DE ABRIL DE 2022



EDITORIAL 322 ABRIL 2022

 

“El escorpión le pidió a la rana que lo cargara para cruzar el río, la rana le dijo ¿Cómo sé que no me picarás? El escorpión respondió: porque haría que ambos nos ahogáramos. La rana aceptó; sin embargo, en la mitad del río el escorpión picó a la rana. Cuando la rana le preguntó ¿por qué, si los dos vamos a morir?; el escorpión respondió: es mi naturaleza.”

 

En paralelismo con la fábula, la compleja realidad que vive el país especialmente con el acuerdo con el FMI es una brasa candente, más si sabemos que históricamente, desde que Argentina se asoció al Fondo en 1956, firmó 23 acuerdos aceptando las condiciones del organismo internacional y en todos los casos fueron “actos fallidos”, en todos los casos el escorpión terminó picando.

¿Esta vez será distinto, o “por naturaleza” como la del escorpión el Fondo terminará dando la picadura mortal?

Ojalá esto no suceda, pero existen sobrados motivos para desconfiar, ya que en todos los casos “el ajuste” es un hecho casi fatal, y más temprano que tarde, terminará recayendo sobre las espaldas de los más débiles como siempre ocurrió.

En el mientras tanto, “el campo popular” se debate entre los que ven el acuerdo como “la única salida posible” y los que opinan que se podrían haber explorado otras alternativas, y llama la atención el secretismo con que Economía manejó el tema.

A su vez, en esta disputa, interceden factores externos como: la oposición que se entromete, los medios que picanean constantemente, el empresariado que especula con la estampida imparable de los precios, la compleja situación internacional con la guerra, y el gobierno de Fernández, que no atina a resolver.

Es cierto que la salida no es fácil, pero siempre hay “un pero” en estos dos años de gobierno pandemia por medio, no se pudo o no se quiso tomar las medidas urgentes para ordenar el camino, obstáculos no faltaron, pero quedan pendientes situaciones que traban y exprofeso llevarán al gobierno a naufragar.

A saber:

- El tema de la justicia (Corte Suprema, procurador y Comodoro Py).

- La Ley de Medios eliminada por decreto por el gobierno anterior.

- El control de precios e inflación (resultan necesarios organismos reguladores).

- La puja distributiva y los límites insostenibles de pobreza, caballito de batalla de propios y extraños.

- El problema impositivo que recae con el IVA sobre los sectores más bajos.

- El nivel de violencia de todo tipo que escala en una sociedad dividida.

- La debilidad en tomar las medidas enérgicas y necesarias para resolverlas.

Solo son algunos, de los fundamentales temas en los que no se avanzó, y hoy a menos de un año de lanzarse la campaña electoral para el 2023, la situación se torna difícil y vulnerable y de no revertirse se complicará.

No basta con proclamar soluciones, son necesarias medidas urgentes, antes que sea tarde, para luego llorar sobre la leche derramada.

Según Goethe (1749-1832): “La claridad consiste en una acertada distribución de luz y sombra (…) la mayor riqueza del hombre consiste en tener un ánimo suficientemente grande para no desear la riqueza”. Hay algunos pocos que viven en claridad y riqueza, pero hay muchos que subsisten en la pobreza y en las sombras.

Si el oficialismo no se institucionaliza y discute democráticamente sus problemas internos que existen, será copado desde afuera por una oposición cada día más feroz, y adiós a las elecciones del ’23.

Hay ministros, y ministros; algunos que no funcionan, como Guzmán (solo un ministro “de deuda externa”, para en dos años conseguir esta salida) y otros que fallan en la comunicación, el secretismo no ayuda (la gente necesita saber de qué se trata igualito que en 1810). En cambio, Roberto Feletti, secretario de Comercio, con su buena voluntad tiene las manos atadas. Del mensaje (de guerra) tan esperado del presidente, no surgieron –hasta el momento– las grandes soluciones necesarias perceptibles, las llamadas “Mesas de Acuerdo” nunca dieron resultados – ¡estos no fueron respetados!

Ciertos sectores recalcitrantes del campo, el empresariado y la oposición, eternizan con sus trabas una salida.  Así, de esta manera, se marcha hacia una nueva frustración, que puede ser fatal.

¡Ojo!, que el escorpión siempre está al acecho para producir la picadura fatal.

 

Hasta la Próxima

 

ANEXO: EDITORIAL 322

 

“¡QUE LA DEUDA LA PAGUEN LOS QUE FUGARON!”

 

Al cierre de ésta edición de Primer Página, y cuando ésta ya se encontraba  en rotativa, entró este proyecto al Senado de la Nación.

No es un impuesto más, como intentan denigrarla algunos, “Los de siempre”, es la recuperación de una “evasión”, un delito punible, para quienes fugaron ilegalmente divisas a paraísos fiscales extranjeros, los que además del pago al fisco del 20% serán pasibles de las penas que correspondan por infligir las leyes de la Nación.

 

 "Son dos proyectos, uno reforma la ley de entidades financieras para eliminar el secreto bancario y ampliar la facultad de la Comisión Bicameral de Deuda para que el Estado se pueda enterar quién, cómo, cuándo y dónde están los evasores.  Y otro, que crea el Fondo, que se basará en un gravamen que se va a cobrar a todos los que tengan bienes activos,  fugados al exterior y no estén declarados".

 

Apoyamos fervientemente esta movida, de legisladores patriotas que tras la aprobación del nuevo “Acuerdo” con el Fondo, apuestan a la tan mentada iniciativa: “Que la Deuda la peguen quienes fugaron divisas en forma ilegal”. (Hay en guaridas fiscales más de 400 mil  millones de dólares). Es una aspiración de todo argentino defensor de los bienes del Estado, y la soberanía nacional, que apuestan a una mejor “distribución” de la riqueza, hoy condicionada por el tutelaje del FMI, con 10 auditorías trimestrales, que adelantará la primera para Mayo en lugar de Junio.

 

Será difícil para “La Oposición” oponerse, y hacer causa común con “delincuentes” por lo que les será difícil negar el apoyo al proyecto, que no es ningún nuevo impuesto – repetimos--  es solo aplicar la ley a “Fugadores: delincuentes  de lesa patria”, acostumbrados a burlar la ley desde sus poltronas privilegiadas que les brindó el poder (en las Sombras) y también a plena luz,  y a la impunidad de jueces y medios que siempre los protegieron.

 

Resta ahora, la voluntad legal y política de aplicar con mano firme las leyes en beneficios de las amplias mayorías, y no de los sectores privilegiados a como estaban “mal acostumbrados”.

 

                                                  Primera Página



 

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