martes, 1 de marzo de 2022

PASAJE CAMINITO: DOS HISTORIAS

 

                                                PASAJE CAMINITO DE LA BOCA


                MONUMENTO EN OLTA - LA RIOJA A GABILO CORIA PEÑALOZA

LAS DOS HISTORIAS DE “CAMINITO”

 

Caminito” es un tango canción con letra de Gabino Coria Peñaloza (1881-1975), escrito en 1903. Juan de Dios Filiberto (1885-1964) le puso música en 1923. Ambos se inspiraron en dos paisajes diferentes, el primero en el Caminito de Olta, en la provincia de La Rioja, parte de un antiguo sendero rural que llevaba desde aquella localidad hasta el pueblo cercano de Loma Blanca. La música, por su parte, está inspirada en el Caminito del barrio de La Boca en Buenos Aires, 20 años después.

Sus primeros compases fueron gestados en 1923, para completarlos en 1926. Filiberto la inscribió como “canción porteña”, para diferenciarla del tango clásico. La música de Caminito “participa del carácter de vidalita y de cierta música pampeana”, influencias folclóricas que son características del estilo de Filiberto.

El poema reflexiona también sobre el paso del tiempo, tema recurrente en el tango. El poeta (Coria Peñaloza) se identifica con el caminito, cuando él era feliz con María, su amada en aquel bello sendero “bordado de trébol y juncos en flor”; al cabo de un año el enamorado regresó por ella, pero María ya no estaba. Sus padres, que se oponían profundamente a esa relación pues estaba prometida a un militar de Olta, se la habían llevado lejos porque se murmuraba que llevaba un niño en su vientre.

El escepticismo de la gente por develar su paradero, obligó a Gabino a abandonar el pueblo, pero no sus sentimientos, que lo acompañarían hasta el ocaso de su vida, volcando en versos toda su desdicha, y sin preponérselo regaló a la humanidad Caminito, maravillosa canción nacida a la vera de una acequia rumorosa, luego “cubierto de cardos” y borrado por “la mano del tiempo”.

Gabino Coria Peñaloza y Juan de Dios Filiberto se conocieron en 1920, en un café de la calle Florida al 300 en Buenos Aires, presentados por el pintor Quinquela Martín.

Ambos establecieron una sólida sociedad creativa y compusieron juntos gran cantidad de tangos exitosos, como El pañuelito (1920), La cartita (1921) y La Vuelta de Rocha (1924), entre otros.

En el caso del Caminito de La Boca recuerda Filiberto “En 1904, pasaba yo por esta curva...; iba a mi trabajo... Mi oficio era de mecánico... Después de muchos años, siendo músico, en 1923, pasé un anochecer, añorando aquellos tiempos; recordé a una chica que se asomaba a una ventana y me salieron unos compases de la canción El caminito, que recién en 1926 terminé”.

Su trayecto sinuoso se debe a que originariamente fluía por allí un arroyo que desaguaba en el Riachuelo, y que debía cruzarse por un pequeño puente, debido a lo cual esa zona del barrio era referida como Puntín, que quiere decir precisamente, “puente pequeño” en dialecto genovés o xeneize. En el año 1866 la empresa Ferrocarril Buenos Aires a Ensenada construyó un ramal de cargas entre la Estación General Brown y la Estación Muelles de la Boca, junto al Riachuelo. En 1898 la empresa Ferrocarril del Sud compró la anterior, clausurando el servicio en 1928. Posteriormente la vía se convirtió en un sendero natural, conocido en el barrio como “La Curva”, que fue deteriorándose como basurero.

En 1950 un grupo de vecinos, entre los que se encontraba el conocido pintor boquense Benito Quinquela Martín, decidieron recuperar el lugar. En 1959, por iniciativa de éste, el gobierno municipal cimentó allí una calle museo, con el nombre que le había puesto el tango, “Caminito”.

Con el paso de los años, Caminito ha sido versionado por cantantes de las más diversas procedencias como: Carlos Gardel, Ignacio Corsini, Rubén Juárez, Hugo del Carril, Eydie Gormé, Nana Mouskouri, Julio Iglesias, Iva Zanicchi, Nelly Omar, Rocío Dúrcal, Daniela Romo, Ray Conniff, Eduardo Falú, Richard Clayderman, y tres tenores (Plácido Domingo, Josep Carreras y Luciano Pavarotti), entre muchos otros.

Hoy el pasaje Caminito de La Boca se convirtió en una de las más destacadas paradas turísticas internacionales y un símbolo de un Buenos Aires que se escurre en las brumas de la historia.

 

Fuente:

Diario del Tango, editado por la revista Noticias “Sentir el tango” por José Gobelo. Ediciones Altaya, 1998.




No hay comentarios: