PASAJE CAMINITO DE LA BOCA
MONUMENTO EN OLTA - LA RIOJA A GABILO CORIA PEÑALOZA
LAS DOS HISTORIAS DE “CAMINITO”
“Caminito” es un tango
canción con letra de Gabino Coria Peñaloza (1881-1975), escrito en 1903. Juan de Dios Filiberto (1885-1964) le
puso música en 1923. Ambos se inspiraron en dos paisajes diferentes, el primero
en el Caminito de Olta, en la provincia de La Rioja, parte de un antiguo
sendero rural que llevaba desde aquella localidad hasta el pueblo cercano de
Loma Blanca. La música, por su parte, está inspirada en el Caminito
del barrio de La Boca en Buenos Aires, 20 años después.
Sus primeros
compases fueron gestados en 1923, para completarlos en 1926. Filiberto la
inscribió como “canción porteña”, para diferenciarla del tango clásico. La
música de Caminito “participa del
carácter de vidalita y de cierta música pampeana”, influencias folclóricas que
son características del estilo de Filiberto.
El poema
reflexiona también sobre el paso del tiempo, tema recurrente en el tango. El
poeta (Coria Peñaloza) se identifica con el caminito, cuando él era feliz con María,
su amada en aquel bello sendero “bordado de trébol y juncos en flor”; al cabo de un año el enamorado regresó por ella, pero
María ya no estaba. Sus padres, que se oponían
profundamente a esa relación pues estaba prometida a un militar de Olta, se la
habían llevado lejos porque se murmuraba que llevaba un niño en su vientre.
El escepticismo
de la gente por develar su paradero, obligó a Gabino a abandonar el pueblo, pero no sus sentimientos,
que lo acompañarían hasta el ocaso de su vida, volcando en versos toda su desdicha,
y sin preponérselo regaló a la humanidad Caminito, maravillosa canción
nacida a la vera de una acequia rumorosa, luego “cubierto de cardos” y borrado
por “la mano del tiempo”.
Gabino Coria
Peñaloza y Juan de Dios Filiberto se conocieron en 1920, en un café de la calle
Florida al 300 en Buenos Aires, presentados por el pintor Quinquela Martín.
Ambos
establecieron una sólida sociedad creativa y compusieron juntos gran cantidad
de tangos exitosos, como El pañuelito (1920), La
cartita (1921) y La Vuelta de Rocha (1924), entre
otros.
En el caso del Caminito
de La Boca –recuerda Filiberto– “En 1904,
pasaba yo por esta curva...; iba a mi trabajo... Mi oficio era de mecánico...
Después de muchos años, siendo músico, en 1923, pasé un anochecer, añorando aquellos
tiempos; recordé a una chica que se asomaba a una ventana y me salieron unos
compases de la canción El caminito, que recién en 1926 terminé”.
Su trayecto sinuoso
se debe a que originariamente fluía por allí un arroyo que desaguaba en el
Riachuelo, y que debía cruzarse por un pequeño puente, debido a lo cual esa
zona del barrio era referida como Puntín,
que quiere decir precisamente, “puente pequeño” en dialecto genovés o xeneize.
En el año 1866 la empresa Ferrocarril Buenos Aires a Ensenada construyó un ramal
de cargas entre la Estación General Brown y la Estación Muelles de la Boca,
junto al Riachuelo. En 1898 la empresa Ferrocarril del Sud compró la anterior, clausurando
el servicio en 1928. Posteriormente la vía se convirtió en un sendero natural, conocido
en el barrio como “La Curva”, que fue deteriorándose como basurero.
En 1950 un grupo
de vecinos, entre los que se encontraba el conocido pintor boquense Benito
Quinquela Martín, decidieron recuperar el lugar. En 1959, por
iniciativa de éste, el gobierno municipal cimentó allí una calle museo, con el
nombre que le había puesto el tango, “Caminito”.
Con el paso de
los años, Caminito ha sido
versionado por cantantes de las más diversas procedencias como: Carlos Gardel, Ignacio
Corsini, Rubén Juárez, Hugo del Carril, Eydie Gormé, Nana Mouskouri, Julio
Iglesias, Iva Zanicchi, Nelly Omar, Rocío Dúrcal, Daniela Romo, Ray Conniff,
Eduardo Falú, Richard Clayderman, y tres tenores (Plácido Domingo, Josep
Carreras y Luciano Pavarotti), entre muchos otros.
Hoy el pasaje
Caminito de La Boca se convirtió en una de las más destacadas paradas
turísticas internacionales y un símbolo de un Buenos Aires que se escurre en las
brumas de la historia.
Fuente:
Diario del Tango, editado por la
revista Noticias “Sentir el tango” por José Gobelo. Ediciones Altaya, 1998.
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