28 de junio 1914: Comienza
la Primera Guerra Mundial
(1914-1918)
Un hecho aparentemente
menor, el asesinato del heredero
al trono austro-húngaro, Francisco Fernando, en la ciudad Sarajevo, capital de
Bosnia, por un estudiante serbio, el 28 de junio de 1914, desencadenó una
guerra entre dos alianzas, por un lado, los países de la Triple Entente,
llamados comúnmente «aliados»: Rusia, Francia, Gran Bretaña, a la que más tarde
se sumarían Italia (en 1915) y los EE.UU. (en 1917); y por el otro, los de la
Triple Alianza, conocidos como «Potencias Centrales”: Alemania, Austria-Hungría
y Turquía.
Produjo entre 15 y 24
millones de muertos, incluyendo militares y civiles, y la destrucción de
ciudades enteras, luego una paz de Versalles, que fue el preámbulo de la
Segunda guerra mundial.
CAMPO DE PRUEBAS DE NUEVAS ARMAS
DISTINTAS VISIONES DE
AQUELLA GUERRA
Para los marxistas, la
Primera Guerra Mundial fue una guerra imperialista, resultado de las
contradicciones económicas y políticas inherentes al capitalismo. la veían
como una lucha entre las grandes potencias capitalistas por el control de
mercados y recursos, y no como una guerra de defensa nacional o de
ideales. Los marxistas, como Rosa Luxemburgo, no apoyaban la guerra, sino
que la veían como una forma de fortalecer el capitalismo y reprimir la clase
obrera.
Para los capitalistas, generó, por
un lado, grandes oportunidades económicas a través de la producción de armas y
suministros, pero también provocó una crisis económica global, de desestabilización
política y social con la pérdida de mercados claves, toda una contradicción
irresoluble.
En muchos países los
sindicatos y los partidos obreros se opusieron al conflicto porque consideraban
que era una guerra puramente comercial y que los trabajadores no tenían nada
que ganar en ella y todo para perder. Frente a estas protestas, los gobiernos
lanzaron fuertes campañas de propaganda patriótica con la intención de que la
gente viera en la guerra una causa nacional. Esto despertó ciertos fervores
nacionalistas que se fueron apagando a lo largo de los cuatro años del
conflicto más sangriento de la historia hasta ese momento.
En Rusia, donde la guerra era
notablemente impopular, importantes motines de obreros, soldados y campesinos
cuestionan el manejo del conflicto, pero también al régimen zarista. Liderados
por Lenin, los comunistas rusos, llamados bolcheviques, lograron el apoyo de la
mayoría de la población y derrocaron a fines de 1917 al zar Nicolás II, e
instauraron el poder en los soviets, grupos de obreros, soldados y campesinos
que se transformó en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
UNA GUERRA IMPOPULAR Y DE TRINCHERAS
EL CURSO DE LA GUERRA
Se caracterizó por una guerra
de trincheras y de experimentación de nuevas tecnologías bélicas, fue un campo
de pruebas para la segunda guerra mundial. Produjo la muerte de entre 15 y
24 millones de personas, tanto militares como civiles. Se estima que
9 a 11 millones de personas murieron en combate, mientras que las enfermedades
y la pandemia de gripe de 1918 causaron la muerte de millones más. Además,
se destruyeron ciudades enteras, se desarrolló en distintos frentes, pero dos
fueron los más importantes, donde se produjeron la mayoría de los combates: el
frente oriental (Rusia) y el Occidental (Francia y Bélgica).
EL TRATADO DE VERSALLES
En enero de 1919 los países
vencedores se reunieron en el palacio de Versalles, cerca de París. Acordaron
las nuevas fronteras europeas y el pago por parte de los vencidos de
indemnizaciones de guerra por los daños causados durante el conflicto. Alemania;
responsabilizada de iniciar la guerra, perdió sus colonias, debió desmantelar
su flota y reducir su ejército; Francia recuperó las regiones de Alsacia y
Lorena; el Imperio Austro-Húngaro quedó desintegrado y surgieron nuevas
naciones como Checoslovaquia, Yugoslavia y Hungría.
Hoy se habla de una posible
tercera guerra mundial, luego de las consecuencias de la primera y la segunda.
El nivel científico-militar, con su evolución significa que puede ser también
¡¡¡la última!!!, por el nivel de destrucción. Puede ser el fin de la humanidad
tal como la conocemos.
Líderes mundiales, marchan
por cominos similares a los ocurrido antes de la primera guerra, se hacen
declaraciones, sin medir las consecuencias, envalentonados en supuestas y
mezquinas superioridades no razonan que, una vez estallado el conflicto, el
efecto dominó sería inevitable, y este efecto haría las grandes diferencias, y
la seguridad de que pueda ser la última guerra mundial.
El mundo ha olvidado las
lecciones de la Primera Guerra Mundial. El militarismo y los conflictos pueden
escalar, y hasta los imperios y alianzas pueden caer. Con un orden
internacional en crisis, trazar paralelismos con el mundo de 1914 puede
ayudarnos a impedir un nuevo conflicto, que podría ser el último.
Estamos ante guerras y
conflictos de trascendencia global: la guerra en Ucrania que se encamina hacia
un resultado adverso para Zelenski y la OTAN; el genocidio con los palestinos
que lleva adelante Israel y genera el peligro de una guerra regional, y las
ocultas guerras en África, carentes de prensa.
Sumemos las crecientes
tensiones geopolíticas entre China y EE. UU, que tienen un capítulo regional
con la ofensiva diplomática estadounidense sobre América Latina para recuperar mercados
perdidos en la región frente al avance de China.
El futuro no es óptimo ni
predecible, teniendo en cuenta que siempre “el hombre fue lobo para sí
mismo”, y ese es el gran riesgo en el corto plazo.
Miguel
Eugenio Germino
Fuente: --https://elhistoriador.com.ar/la-primera-guerra-mundial-1914-1918/
-- https://www.nationalgeographic.es/historia/2019/04/causas-consecuencias-
primera-guerra-mundial
-- https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/world-war-i
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