miércoles, 28 de noviembre de 2018

CARLOS GARDEL


CASA MUSEO CARLOS GARDEL

           ELPATIO DE LA CASA EN SU ESTADO ORIGINAL

Vista del patio remodelado en el año 2003             
Así quedó el patio tras las últimas reformas, sin conservar las características del original

¡Campanea como el cotorro va quedando destrozado!



Con esa estrofa de “Viejo smoking”, (con cierta modificación) podríamos definir lo que ocurrió en la Casa Museo Carlos Gardel, como fue bautizado el espacio donde vivió el Zorzal Criollo en el Abasto. Después de un año de su inauguración me atreví a volver a entrar, porque temía encontrarme con lo que me encontré.

En un momento de gran crisis económica y con un importante criterio de creatividad, en la gestión de Aníbal Ibarra se inauguró ese lugar que había estado abandonado por años. Hubo que reconstruirlo, recrearlo, sin desmerecer su esencia. Por eso se preservó el estilo de casa del barrio, con su patio, sus puertas cancel, su pileta de lavar la ropa en el patio, su cocina, su cuarto de planchar. Fue un trabajo serio, que no quiso caer en la melancolía, pero sí recrear una época, un sentido y un estilo de Buenos Aires, que día a día desaparece, sobre todo en esos años 90 que habían liberado la piqueta en el barrio del Abasto.

En la primera experiencia que la Ciudad de Buenos Aires hizo del Presupuesto Participativo, los vecinos del Abasto acompañaron por mayoría la recuperación de ese sitio, votado por encima de necesidades más acuciantes, porque para ellos Gardel fue absolutamente prioritario.

La situación actual, luego de una reforma que nadie esperaba, pero que nadie criticaría si se hubiera obrado de otra forma, es encontrarse con un lugar de una asepsia terrible, donde se arrasó con todo vestigio de la casa, transformándola casi sin criterio, o mejor dicho con el criterio que impone un modelo cultural que quiere el despojo de toda señal o referencia con nuestra cultura. Se acabó con una casa, con un estilo, con marcas de barrio, de historias de nuestro pueblo, con una conmemoración de lo perdido.

De su pasillo de entrada el vandalismo de la gestión logró sacar la placa de mármol que contenía los nombres de gestores y donantes que llevaron a adelante la recuperación del espacio, además de todas las placas que en el patio rendían homenaje al cantor, placas de las provincias argentinas y de otros países.

¡Triste destino! de una inauguración a los que los vecinos del barrio acudieron masivamente y a una

reinauguración con choripán, a la que no fue nadie. De una decisión del barrio, a una decisión impuesta.



Antolín Magallanes

Ex Delegado Comunal del CGP 2 Sur (organismo previo a la creación de la Comuna 3)




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