LAS CASAS DE PRINGLES 340-42 RECLAMADAS POR LOS VECINOS
EL INMUEBLE DE LA CALLE PRINGLES 340-42
Ya entonces, en noviembre de 2009,
el jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, presentó un Proyecto de Ley en la
Legislatura para declarar innecesarios para la Ciudad a los inmuebles de la
calle Pringles 340 y 342 y autorizar su subasta pública, proyecto que tuvo giros
hacia distintas comisiones, pero nunca llegó al debate.
De todos modos,
se pidió su tratamiento en diciembre de aquel año, con modificaciones
entregadas a último momento y con el número de Ley 3.397. Sin embargo, pasaron diez años sin haber logrado la
subasta, y en la sesión de diciembre de 2019, la Ley N° 3.397 fue modificada
por la Ley N° 6.287 que declaró innecesarios para la gestión del Gobierno de la
Ciudad a los inmuebles comprendidos en su artículo 1°, que incluyó una vez más
el de Pringles 340 y 342. En el 2022 también hubo intentos de subasta que
tampoco prosperaron.
El inmueble pertenecía a Eduardo Sívori, un
pintor argentino que falleció en 1918, artista que dejó su propiedad para que
sea usada con fines sociales y culturales. Sívori fue un pintor argentino considerado el introductor
y uno de los más importantes exponentes, junto a Ernesto de la Cárcova, del realismo pictórico argentino de fines del siglo XIX,
que inicia la etapa naturalista en Argentina presentando su obra El
despertar de la criada, en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes.
Sívori, dueño de una vocación temprana, a los
27 años de edad viajó a Europa,
ahí pudo desarrollarla cabalmente iniciando su carrera artística en París donde vivió entre 1873 y 1876.
De regreso a Buenos Aires se dedicó definitivamente a la temática del paisaje pampeano, y se lo recuerda por ser de los primeros artistas
que introdujo la técnica del grabado. Sus principales obras fueron: El despertar
de la criada, Paisana dámata , La Pampa: 1903, Retrato de Godofredo Daireaux, Retrato de niña,
Rancho con
ombú, entre otras.
En un momento, el Gobierno de la Ciudad convirtió la casa (donada) en
un archivo, que con el correr del tiempo dejó en estado de abandono por más de
30 años. La casa fue ocupada durante en un momento por mujeres y niños en situación de
calle, se transformó en un emblema de la lucha por la vivienda digna y el
trabajo comunitario y solidario de los vecinos de la CABA. Allí brindaron apoyo
escolar, y un merendero y techo para quienes atravesaban situaciones de
violencia de género, finalmente fue desalojada por la policía, en una jornada
de violencia, luego fue subastada siete veces y nunca pudieron concretar la
venta.
Hoy los vecinos, desde distintos ámbitos, vienen reclamando que estas
casas se conviertan en una escuela infantil, en un barrio como Almagro donde
hay gran falta de vacantes en el área educativa, para lo cual vienen realizando
distintos actos para recuperar el inmueble.
Consejo de Redacción
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