Almagro y su aporte contra los agrotóxicos
el local, ubicado en Av. Díaz Vélez 3761 |
La apertura, en agosto del año pasado, del Almacén de Ramos Generales –UTT– constituyó toda una novedad para el
barrio de Almagro. En el local, ubicado
en Av. Díaz Vélez 3761, se vende
verdura agroecológica –cultivada
sin la utilización de agroquímicos–, directamente de las quintas, sin intermediarios, a un precio justo
tanto para el productor como para el consumidor. Con el transcurso del tiempo,
el lugar fue sumando cada vez más clientes. Además de verdura, se comercializan
productos como yerba, arroz, mermelada, miel, salsa de tomate, vino, queso,
embutidos, dulce de batata. Estuvimos allí y pudimos comprobar que el público
es variado, comprometido; felicita y apoya a los vendedores, los alienta a
seguir.
¿Pero qué significa esa sigla, UTT,
y a qué hace referencia? La UTT surgió en La Plata en 2010. Se trata de la Unión de Trabajadores de la Tierra, una
organización nacional de tipo gremial que nuclea a 15.000 pequeños productores
de 16 provincias con el objetivo de defender sus derechos y mejorar las
condiciones de producción y comercialización. Un tercio de sus integrantes
pertenece al cordón frutihortícola del Gran La Plata y el sur del Gran Buenos
Aires. El sector también comprende tamberos, chancheros, granjeros y
floricultores. La mayoría no es propietario de la tierra que cultiva sino que
alquila. La UTT tiene por lema “Tierra, trabajo y cambio social”. Este último
concepto va de la mano de la agroecología, la igualdad de género, el comercio
justo y la soberanía alimentaria.
MANIFESTACIÓN DE LOS PRODUCTORES |
“El fin de la creación de la UTT fue construir el gremio del pequeño
productor, que en Argentina nunca había existido. En cada zona se organiza un
grupo de base con un delegado. Siempre se habló de la Sociedad Rural o de la
Federación Agraria, pero el pequeño productor no
tuvo quién lo represente. A partir de ahí empezamos a andar un camino muy
difícil, porque el sector estaba muy castigado,
en una permanente crisis estructural. Los problemas eran la falta de tierra, la
falta de políticas públicas para el sector, la falta de un sistema de
comercialización real que respalde la producción. Empezamos hace varios años el
proceso de agroecología en el sector hortícola, que fue creciendo y hoy llegamos
a las 200 hectáreas de producción sin uso de agrotóxicos. El último paso fue
lograr sistemas de comercialización propios y alternativos al convencional para
poder vender esa verdura. Acá, en Almagro, comercializamos esa verdura que la
traemos directo de la quinta a un precio justo para el pequeño productor y el
vecino que la viene a comprar”, explica Juan Pablo Della
Villa, coordinador de Comercialización de la UTT.
La actividad de la entidad comenzó a ser conocida para el gran público
en los últimos tiempos a partir de los verdurazos y feriazos que se organizaron
en diversas plazas de la ciudad y varios puntos del país. Estas acciones de
lucha por las cuales se regalan o venden toneladas de verdura a precios
irrisorios tienen por objetivo visibilizar las problemáticas del sector. El
primer verdurazo tuvo lugar en septiembre de 2016 en Plaza de Mayo. El que
alcanzó mayor repercusión fue el realizado el 15 de febrero pasado en Plaza
Constitución, en el cual los productores sufrieron una brutal represión con
bastonazos, gases y balas de goma por parte de la Policía de la Ciudad. La foto
de una anciana recogiendo berenjenas del piso fue viral y todo un símbolo. Frente
a este hecho, la convocatoria que tuvo el último verdurazo –desarrollado en Plaza de Mayo el 27 de
febrero– fue multitudinaria.
La consigna invocada fue “Ante el hambre yo elijo la lechuga”.
El reclamo principal del sector es la Ley de acceso a la tierra, cuyo proyecto la entidad presentó en
2016 pero se encuentra trabado en la Cámara de Diputados. La idea es que el
productor pueda acceder a créditos blandos con el fin de adquirir terrenos
ociosos para explotar. Otras demandas son: compras públicas del Estado a las
familias de la agricultura familiar, políticas de igualdad de género que
alcancen a la mujer rural, el restablecimiento del Monotributo Social
Agropecuario –derogado en
agosto de 2018– y de la
Secretaría de Agricultura familiar, apoyo económico y técnico para la
transición hacia la agroecología. Desde la UTT también se exige la constitución
de un observatorio de precios en la cadena de comercialización, ya que hay un
promedio de 400 % de diferencia entre lo que recibe el productor y el precio de
góndola. “Las medidas que se están tomando a nosotros nos castigan porque todos los
insumos están a precio dólar. Es imposible sostener un sistema de producción en
el cual el dólar se va a las nubes y el precio de venta de la verdura es cada
vez más bajo para nosotros”, se lamenta el dirigente.
El próximo paso que dará la UTT –que forma parte de la Confederación de Trabajadores de la Economía
Popular (CTEP)– será la
realización, en abril, de un foro nacional de dos días en la cancha de Ferro.
La entidad convocará al resto de las organizaciones del campo a construir un
programa agrario popular para presentarlo a los candidatos de las elecciones
presidenciales de octubre. “Salimos a plantear qué modelo de país
queremos y cómo queremos construir lo que se viene; si queremos un país con
hambre y represión o un país con alimento y soberanía”, expresa Della
Villa.
Laura Brosio
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