EL ARBOL CAIDO Y SU TRONCO HUECO
¡EL ARBOLADO URBANO DE ALMAGRO ATACA!
El vendaval que sufrió la ciudad en la pasada noche y madrugada del 30 al 31 de octubre dejó sus huellas. Un tendal de destrozos y damnificados, pero a su vez desnudó la fragilidad de su patrimonio vegetal, el arbolado urbano.
Abandonado a su escasa suerte se resisten a morir asfixiados en las “callecitas porteñas”, que ocultan el malísimo estado sanitario de las especies que componen su arbolado.
Además del déficit en la reposición de los ejemplares caídos, destruidos, apestados y secos, el Gobierno de la Ciudad no tiene trazado ningún plan mínimo de control del arbolado enfermo que va en aumento. Se observan troncos visiblemente ahuecados, con peligrosas inclinaciones, que pronostican su desplome a corto plazo.
Ocurrió aquella noche que en la esquina NE de Bulnes y Valentín Gómez, se desplomó un añejo paraíso de más de 20 metros de altura, rompiendo vidrios y ventanas del nuevo edificio levantado en esa esquina; desgracia con suerte, no hubo víctimas.
Otra caída fue en la esquina siguiente, la SE de Valentín Gómez y Salguero, donde la tormenta derribó un plátano de un metro y medio de diámetro y 40 metros de altura, que tenía el tronco visiblemente ahuecado. Los vecinos ya habían denunciado ese inminente peligro, sin ser tenidos en cuenta.
En este caso el árbol se precipitó con gran estruendo sobre el edificio de la vereda de enfrente dando con sus gruesas ramas sobre el balcón del tercer piso, donde causó visibles destrozos (ver la foto); nuevamente la providencia evitó víctimas personales.
El periódico Primera Página habló con el encargado del edificio de cuya vereda fue arrancado el enorme plátano. Aún no repuesto del susto manifestó que se derrumbó casi a sus pies, abriendo un inmenso boquete y produciendo un ruido similar a una explosión. Aseguró que fueron reiterados e inútiles los reclamos que se venían haciendo.
Aún se encuentra fresco en la memoria el accidente de la niñita Zahira en plaza Almagro, que sólo le costó el puesto al Director de Arbolado Urbano, pero todo parece continuar igual, ¿serán necesarias nuevas víctimas?
En una rápida recorrida de nuestro cronista por el barrio, se comprobó que son numerosos los árboles ahuecados e inclinados, con inminente peligro de desplome, una verdadera trampa mortal. Son innumerables las crónicas de autos achatados por troncos y ramajes caídos, y poca la atención que se les presta. Son hechos que se podrían prevenir fácilmente con un adecuado control municipal. Para eso pagan sus impuestos los vecinos, hoy amenazados de nuevos tarifazos. .
¿Hasta cuando señor Jefe de Gobierno? ¿No es esto también inseguridad?
Consejo de Redacción
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