EL 29
DE SEPTIEMBRE DE 1978
EL
DICTADOR VIDELA “INAUGURA PAPEL PRENSA”
LA FOTO QUE RECORRIÓ EL MUNDO |
El terrorismo de
Estado fue la necesaria justificación y herramienta política para la
concentración económica que hoy se observa, se vive y se sufre en Argentina.
Dentro de ese marco hubo empresarios detenidos desaparecidos, debiéndose
aparentemente esta situación a que eran un obstáculo para los negocios del
gobierno de facto y sus socios, o simplemente a que sus bienes eran deseados
por ellos…”
Pérez Esquivel, Premio
Nobel de la Paz
La sospechosa “inauguración”
de la empresa “Papel Prensa” –brindis mediante con
champagne con la titular de Clarín Doña Ernestina Herrera de Noble, testificada
en una foto que recorrió y continuará recorriendo el mundo– fue el corolario de una apropiación
por parte de la dictadura de Videla de la empresa de la familia Graiver cuyo
titular, David, fallecía el 6 de agosto de 1976 en un dudoso accidente de
aviación en México.
Tras una transferencia de acciones
forzada por amenazas, Lidia Papaleo (esposa de David), es
secuestrada el 14 de marzo de 1977, y recluida en centros clandestinos de detención durante
seis años, donde sufrió torturas y vejaciones que le dejaron secuelas
irreversibles.
La empresa quedó repartida entre los diarios Clarín, La
Nación, La Razón, y una parte minoritaria fue
adjudicada al Estado.
CUATRO CARAS DE UNA MISMA MONEDA
ANTECEDENTES
El de Graiver no sería el único caso de apropiación
de bienes perpetrado por la Dictadura
Militar instaurada el 24 de marzo de 1976, ya que con el correr de los años
se fueron denunciando otros atropellos similares, unos más resonantes que otros,
junto a algunos mantenidos casi en el
secreto. Todo ello configuró un “plan sistemático de apropiación de bienes de empresarios” con la necesaria complicidad civil, otra de las
cuestiones ahora investigadas sobre la
Dictadura.
Estos
despojos de bienes se agregarán a la larga lista de secuestros, torturas, violaciones, desapariciones, asesinatos y apropiación de
bebés.
Aquellos
despojados damnificados fueron entre otros: los hermanos Iaccarino, Federico Gutheim, Rafael Perrotta, Julián
Delgado, Jacobo Timerman, Hugo Tarnopolsky, Luis Guillermo Taú, Conrado Higinio
Gómez, Víctor Cerrutti… y más.
ÉPOCAS
DE DICTADURA
El
gobierno de facto transitaba su segundo año y se habían perpetrado gran parte
de los secuestros y desapariciones, con la complicidad de personeros civiles y
de los medios de difusión que como Clarín
y La Nación, silenciaban aquellos crímenes y actuaban de manera funcional al
accionar dictatorial.
Se había desbaratado
al movimiento gremial con intervenciones militares en su gran mayoría y el secuestro de delegados de base. Los partidos
políticos fueron suspendidos, algunos proscriptos, la Universidad igualmente
intervenida, los movimientos culturales controlados, con gran parte de artistas,
escritores y científicos en el exilio. El terror actuaba como disuasivo de cualquier resistencia
organizada. Se vivía “la noche negra de
la dictadura”.
MITRE - MAGNETTO - VIDELA - PERALTA RAMOS - HERRERA DE NOBLE |
Se transitaba un período
de persianas bajas y luces apagadas durante noches de pánico y de vigilia; era normal pensar o decir que “por algo habrá sido”; eran
comunes los “enfrentamientos con subversivos” en los que solo morían éstos. Pocos
se atrevían siquiera a comentar, por temor a
denuncias que lamentablemente abundaban.
En la TV pululaban
los programas de entretenimientos y los culebrones noveleros, mientras los
teatros incursionaban tan solo en comedias costumbristas y algún clásico poco
comprometido. Fueron clausuradas editoriales y quemados libros, como los de del
Centro Editor de América Latina y EUDEBA.
LODIA PAPALEO |
El 29 de abril de 1976 Luciano Benjamín Menéndez, jefe del III Cuerpo de Ejército con
asiento en Córdoba, ordenó una quema colectiva de libros, entre los que se
hallaban obras de Proust, García Márquez, Cortázar, Neruda, Vargas Llosa,
Saint-Exupéry, Galeano... Se había declarado
entonces que se hacía "a fin de que no quede ninguna parte de estos libros,
folletos, revistas... para que con este material no se siga engañando a
nuestros hijos (…) De la misma manera que destruimos por el fuego la
documentación perniciosa que afecta al intelecto y nuestra manera de ser
cristiana, serán destruidos los enemigos del alma argentina".
(Diario La Opinión, 30
de abril de 1976 - Clausurado y expropiado en 1977)
EL CASO GRAIVER
Papel
Prensa S.A. era la única gran fábrica de fibra celulósica de bobinas de papel
para la impresión de diarios, que
había sido fundada en Buenos Aires el 15 de noviembre de 1971 por Civita, Lambardi, Rey, Selasco,
Levi y Editorial Abril SAICIFA, entre otros.
En
la asamblea del día 30 de abril de 1973 se aprobó una emisión de acciones donde la empresa pasó a
ser controlada casi en su totalidad por Luis A. Rey y Rafael Ianover, a
quienes suponían testaferros de David Graiver,
quien luego de otras transferencias queda con el control mayoritario de la
compañía.
Tras
la muerte de David Graiver en un dudoso accidente de aviación ocurrido el 7 de
agosto de 1976
en México, cuando su esposa y la niña se encontraban en aquel
país, el control de Papel Prensa pasó a manos de su
viuda.
“Regresamos a la
Argentina el 6 de septiembre de 1976 y a partir de ahí recibimos amenazas
telefónicas y personales de todo tipo, donde nos decían que teníamos que vender
Papel Prensa y que teníamos que vender las empresas a personas argentinas y que
no fueran judías”. Los
medios de Argentina sugerían que la familia tenía
vinculaciones con organizaciones guerrilleras,
conjeturas que nunca se confirmaron fehacientemente.
El diario Clarín incluyó estas
cavilaciones en su portada de los días 17, 26 y 29 de septiembre y del 6, 15,
22 y 28 de octubre de 1976. El diario La Nación realizó notas similares
en sus ediciones del 11, 15 y 24 de octubre de 1976. La revista Gente publicó un informe sobre Graiver el 14 de octubre de 1976.
La revista Somos hizo lo mismo el 15 de octubre de 1976.
La
viuda de Graiver, Lidia Papaleo, fue
contactada por diversos personeros allegados a la dictadura militar, quienes le exigieron vender las
acciones de Papel Prensa S.A. Pedro Martínez Segovia, cercano al ministro de Economía José Martínez de Hoz,
le ordenó: “No puede vender Papel Prensa ni a judíos ni a extranjeros”. A
su vez el entonces secretario de Estado Raymundo Juan Pío Podestá, a través del ex ministro de Bienestar Social Francisco Manrique,
le comunica al abogado de la familia, Miguel de Anchorena, que debía realizarse la venta
del paquete accionario
de Papel Prensa S.A. a los diarios Clarín, La Nación y La Razón.
En
una posterior reunión el 2 de noviembre de 1976, en las oficinas de La Nación,
Lidia Papaleo es presionada bajo amenaza de muerte por parte de Héctor Magnetto:
“firme
o le costará la vida de su hija (Sol de 22 meses) y la suya”. “Recuerdo
sus amenazas y la forma en que me miraba, una mirada que no voy a olvidar
nunca", declaró recientemente la mujer.
En
esa oportunidad se firmaron los boletos de compraventa de las acciones de la
sucesión Graiver, en las personas de
Juan Graiver, Eva
Gitnacht de Graiver y Lidia Papaleo de
Graiver, esta última ejerciendo la
patria potestad de su hija María Sol Graiver. La transferencia se hizo a favor de la empresa FAPEl,
controlada por los diarios Clarín, La Nación y La Razón. Firmaron por aquella
empresa Ernestina Herrera
de Noble, Héctor Magnetto, Patricio Peralta
Ramos, Marcos
Peralta Ramos, Hugo
Fernando Peralta Ramos y Bernardo
Sofovich. El valor de la
transacción fue de u$s 7.345.400 según valuación de los compradores, pero la misma
se hizo efectiva con un adelanto de solo u$s 7.000, menos del 1 por mil del total, considerado entonces “precio vil”, el resto habría sido
depositado en expedientes judiciales que la familia nunca percibió.
Al
terminar la reunión, el abogado del Diario Clarín,
Bernardo Sofovich, apartó a Lidia Papaleo y le advirtió que debía huir del país
esa misma noche por su propia seguridad.
En la actualidad,
el juez federal Julián Ercolini, luego
de varios años de injustificadas demoras por parte del también juez federal
Daniel Rafecas dispuso un análisis del recorrido de las acciones de la
empresa, para determinar en qué condiciones se produjo el traspaso y la
evolución del precio de sus acciones 'desde sus orígenes', para determinar si
hubo 'precio vil' en la venta.
EL
SECUESTRO Y LAS TORTURAS
Pese a haberse
cerrado la transacción en noviembre de 1976, Lidia es secuestrada por un grupo
de tareas el 14 de marzo de 1977 y confinada al centro clandestino “Puesto Vasco” y más tarde al “Pozo de Banfield”. En el primero, que
era un centro de dimensiones reducidas y por ende con pocos detenidos, recibía
la visita frecuente de altos jefes militares y policiales, hecho que indica que
las tareas de inteligencia que allí se realizaban revestían particular
importancia. Permaneció cautiva durante
seis años, sometida a torturas y vejaciones que le produjeron daños
irreversibles.
El general de Brigada Bartolomé Gallino, “Oficial Superior Preventor” labró entonces
varias actas comprometedoras en las que se involucra a los directores de los
Diarios, La Nación, Clarín y La Razón.
También fueron recluidos y torturados Isidoro Graiver y Osvaldo Papaleo (el cuñado y el hermano de
Lidia), así como Juan Graiver (padre de David) y dos secretarias del
grupo.
Norberto Cozzani,
admitió últimamente haber “presenciado” las torturas en Puesto Vasco, aunque está
acusado de ser torturador directo. Hoy, hiela la sangre conocer las
declaraciones en los estrados judiciales sobre los tormentos padecidos por
Lidia Papaleo:
“Fui forzada a vender todo. No hubo sugerencias, fue «firmás
o te mato». [...] Yo desaparecí y todo lo que pasó fue estando desaparecida. También
firmé en La Plata estando desaparecida. [...] Desde el Departamento de Policía
me llevaban a declarar envuelta en una manta gris, porque estaba totalmente
quemada, perdí mis pechos, mi abdomen y también mis genitales durante la
tortura y me operaron en la cárcel de un tumor cerebral por los golpes que
recibí. Al salir de la cárcel seguí viviendo todo esto, me siguieron
amenazando, tuve que intervenir el teléfono y la situación siguió, siguió y
siguió.”
EL FUTURO DE LA CAUSA
El Juez
Federal Julián Ercolini, el mismo que 5 años atrás jugó un papel clave en
armar el multimedios que resultó de la fusión Cablevisión-Multicanal, es el que
hoy tiene a su cargo la causa de Papel Prensa por delitos de lesa humanidad.
El 7 de diciembre de 2012, el mismo Julián Ercolini, a cargo del Juzgado
Federal en lo Criminal N° 10, resultó sorteado en la querella promovida por la
Subsecretaría de Derechos Humanos para que se investigue si la transferencia
accionaria de Papel Prensa a favor de Clarín, La Nación y La Razón tuvo por
objeto que los principales diarios encubrieran delitos de lesa humanidad, amparando a la
dictadura militar y su plan de exterminio.
Este juez
aceptó como querellante a la viuda de Graiver, y pende sobre los actuales
directivos de Papel Prensa el peligro de ir presos si prospera la legítima
justicia. El futuro y los juzgados superiores tendrán la última palabra,
mientras tanto Magnetto y Compañía no podrán dormir tranquilos.
Por el
momento las acciones de Papel Prensa están así distribuidas: el Estado Nacional posee el 27,46% de Papel Prensa S.A.,
pero siempre estuvo excluido en la toma de
decisiones, durante algunos gobiernos por determinación propia, y en otros, por
la presión de los dueños privados. El resto de las acciones corresponden: el 37% a
Clarín, el 22.49% a La Nación, el 12% a Cimeco (del Grupo Clarín) y el 1,05% a otros accionistas.
Cuando La Razón
quebró en el año 2000, los representantes de Clarín y La Nación, que eran
titulares de las demás acciones, se presentaron ante el juez que llevaba la
quiebra y, en virtud de un acuerdo de sindicalización, lograron sustraer las
acciones de la quiebra, a pesar de ser el más importante o casi único activo
con que contaba La Razón para responder a sus acreedores. La Razón fue
finalmente comprada por el grupo Clarín.
Desde luego, la maniobra incluyó el hacerse de dichas acciones por parte de estos dos grupos.
Se denuncia de que la acción no fue legal y estos hechos son también tramitados ahora en la justicia.
Desde luego, la maniobra incluyó el hacerse de dichas acciones por parte de estos dos grupos.
Se denuncia de que la acción no fue legal y estos hechos son también tramitados ahora en la justicia.
Actualmente un proyecto de ley presentado en la
Legislatura Nacional (junio de 2013), le permitiría al
Estado Nacional controlar el 51% de las acciones de la empresa. La iniciativa
declara “de utilidad pública y sujeto a expropiación” el 24% del patrimonio de
Papel Prensa, en acciones A y C, por “causa de utilidad pública” y con
prohibición de transferirlas en el futuro sin el aval de dos terceras partes
del Congreso.
Miguel Eugenio Germino
Fuentes:
Clarin-y-La-Nacion.html
el-caso-graiver-el-silencio-complice/
-http://www.taringa.net/posts/apuntes-y-monografias/16040429/Los-delitos-de-lesa-
humanidad-caso-graiver-clarin.html
-http://colectivoepprosario.blogspot.com.ar/2012/05/lidia-papaleo-declaro-sobre-
su.html
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