viernes, 2 de marzo de 2018

MAURICIO WAINROT


 Coreógrafo fantástico




“Sabía que mi destino iba a ser un escenario; mi mamá, cuando yo tenía 5 años, atendía un almacén en Villa Crespo. Yo me disfrazaba y hacía un show para los clientes. Vivíamos 4 familias en un conventillo de 4 habitaciones”.
“Mis viejos, Jacobo y Raquel, nos enseñaron a mi hermana y a mí que la cultura y la solidaridad eran valores fundamentales. Ellos nos llevaban a ver teatro con Pedro López Lagar, teatro en Idish, conciertos en la Facultad de Derecho…”.
“Mi papá falleció a los 52 años de cáncer sin haber tocado un cigarrillo; yo tenía 17, así que no alcanzó a ver mis logros profesionales”.
“Mi mamá falleció a los 99 años y hasta los 95 cantaba fabulosamente en varios idiomas”.
“Sólo busco que lo mío le guste al público y a los bailarines con los que trabajo”.
“La responsabilidad de un director de ballet es organizarlo, los bailarines, el repertorio, la compañía, decidir el estado que quiero que tenga, o sea muy dinámico”.
“Mi objetivo es que el público sepa de una presencia permanente del ballet en la ciudad”.




Desde 1999 hasta junio de 2016 se desempeñó como director artístico del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín; lo dejó debido a su nombramiento como Director Nacional de Asuntos Culturales de la Cancillería Argentina, cargo que actualmente ocupa. 
Mauricio Wainrot es el coreógrafo argentino más conocido y respetado aquí y en el exterior. Ganó premios internacionales y el Konex de Platino 1999 por Mejor Coreógrafo de la Década en Argentina, gracias a su perfil creativo para hacer volar “Pájaros de cristal”.

Natan Blum








1 comentario:

Betty W dijo...

Una persona excepcional