El tema de los “Patios públicos” –como el de Salguero al 800 o el nuevo en edificación en Sánchez de Bustamante 759/771–, pone de nuevo en la discusión qué tipo de espacios verdes son los adecuados para una ciudad y un barrio que tiene un gran déficit de pulmones verdes que brinden oxígeno, absorban el agua en períodos de lluvias y brinden a su vez una mejor calidad de vida a los vecinos.
Es muy difícil incorporar nuevos espacios
para ese fin, ya que en los exiguos sitios donde existe alguna posibilidad son,
a su vez, disputados por obras y emprendimientos privados para negocio y no
para beneficio de los ciudadanos. Tal es el caso de Costa Salguero, donde se
pretende –a pesar del casi unánime rechazo popular– en
insistir de privar a los vecinos de la visión al Río de la Plata, cuando su Constitución y las leyes lo prohíben en forma específica.
El proyecto del gobierno local dice sobre el nuevo patio de Bustamante: “El
objetivo principal de la intervención es brindar un nuevo espacio público que
mejore la calidad de vida de los vecinos del barrio y la comuna, colaborando a
su vez a subsanar el déficit de espacios verdes de la Comuna. El proyecto para
el Patio Urbano busca generar nuevas actividades y usos, fomentando la
conectividad social y comunitaria, con lugares para reunirse, sectores de
permanencia con nuevos equipamientos, un nuevo patio de juegos con solado, un
proyecto de paisajismo que procura que siempre existan especies en floración
durante todo el año, incorporación de árboles nuevos en vereda, senderos de
material intertrabado que permitan absorción del agua”.
Pero la
verdad es que adolece de los
mismos vicios que otros lugares, porque no se podrá encontrar sitios de tierra y pasto,
ya que el intertrabado permitiría la absorción de agua pero no su uso como un
espacio parquizado clásico, al incorporar “el
cemento” como elemento predominante, y a la larga dará magros resultados como
los que ocurrieran en la avenida Jujuy, hace ya casi 20 años, que además provocaron
serios accidentes al peatón.
Es de destacar, el por qué no se insiste en recuperar los
terrenos hoy ociosos, que son parte del “Proyecto Parque de la Estación”
aprobado por unanimidad por ley de la Legislatura
y a pesar de ello se encuentran en un limbo
administrativo-burocrático, que priva al barrio de lograr completar el
proyecto, con dos puentes peatonales que lo conecten con el cuerpo principal
(al norte) del aquel Parque; una lucha
vecinal que lleva hoy ya veintidós años.
El terreno de
Bustamante pertenece al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, tras una
donación de Sociedad Anónima Mercado de Abasto Proveedor. Se cedió su uso (no
su propiedad) a una asociación civil. Hasta hace poco se alquilaban canchas en
una explotación poco clara y en un extremo se
construyeron viviendas. En 2003 se proyectó construir allí un jardín de
infantes con el nombre Purretes del Abasto. Sin embargo, la iniciativa
no prosperó, pese a que se había tramitado un desalojo desde 1998; era parte de una nueva escuela que debía construir
el Shopping y viene del antiguo proyecto del desaparecido Hogar Obrero. Una asignatura
pendiente más de las tantas a que debieron conformarse los vecinos de esta populosa zona.
Marta
Romero
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