DESPIDOS…CARESTIA…DECRETAZO…REPRESIÓN: = PERVERSIDAD
Los despidos, la carestía, sumados a
la represión física y psíquica, además de los decretazos de necesidad y
urgencia a que apela el presidente Milei, constituyen un crimen de espinosa reparación
a futuro.
Como si algo faltara en este coctel
siniestro, que tiene por finalidad consumar la largamente anhelada
“compra-venta” y saqueo de la Argentina, se agrega, “la frutilla del postre”,
pagar las jubilaciones en dos cuotas, la primera sin aumento alguno, la segunda
no se sabe cómo ni cuándo. A tanto no se atrevieron, siquiera la dictadura
genocida, el menemismo ni el macrismo, ¡¡¡¡sin embargo Milei lo hizo!!!
Para colmo el decretazo de necesidad
y urgencia, viola así la Constitución Nacional de 1994, que establecía dicha excepcionalidad
para situaciones que requiriesen una inmediata intervención del gobierno,
y no como un hecho discrecional, y arbitrario que trastoca todo el andamiaje
jurídico y social del Estado, como organismo preservador de toda la sociedad, con
él pretende reemplazar a un Congreso Nacional, que vive sumido en una
peligrosa y grave ausencia.
Este sábado de gloria y recogimiento
de la fe cristiana, y el jueves y viernes santos, se despacharon vía mail,
miles de comunicaciones de cesantías a empleados de hasta 30 años de antigüedad,
(contratados y de planta permanente), una aberración y violación de toda lógica
humana y de manifiesta malignidad.
Hoy se conocen los datos, (no
oficiales aún) de una tasa de desocupación y problemas de empleo de más de un
60% de la población. Milei cumple así su ansiada amenaza de aniquilamiento,
vía, motosierra, y licuadora, de los ingresos de los argentinos, ni siquiera se
salvaron los escasos ahorristas, que pierden día a día parte de sus ahorros, a
manos de los bancos.
La situación de los jubilados es
dramática, además de sus exiguos haberes, hasta peligra su atención médica
básica, y aquellos que necesitan una atención especial por la gravedad de su caso,
no la atienden, como se puso en descubierto al conocerse distintas situaciones
angustiantes. Además, aquellos que accedieron a una prepaga hoy, le es imposible
continuar.
La educación padece similar problema
al no haber vacantes en la enseñanza oficial, y no poder acceder a la privada subvencionada.
La cultura, la ciencia, la comunicación,
la salud, la educación… y todos los estamentos estatales, se encuentran afectados
por las cesantías que impiden una prestación mínima que garantice su
continuidad.
Las privatizaciones, los negociados
familiares, y el vaciamiento del Estado hace que éste desaparezca como tal.
El país marcha de una recesión a una
depresión similar a la mundial de 1930, inédita,
que nuestra patria, que no la padeció a pleno.
¡Pero ojo!, que el futuro es de una
magnitud desconocida, por lo que es necesaria una reacción rápida e inmediata
de todo el espectro, político, social, gremial, y parlamentario antes de que
por acción u omisión se caiga en aquella situación inédita.
Primera Página
30.3.2024
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