DE LOS ANTIGUOS CORRALES
Y MATADEROS DE MISERERE A LA ACTUAL PLAZA
El barrio de Balvanera se formó a partir de la
Quinta de Miserere, lindante a un gran hueco, donde funcionaron
corrales, mataderos, plaza de carretas, mercados de frutos del interior y
finalmente la actual plaza, que hoy existe reivindicando el nombre “Miserere”.
La quinta fue
fundada en 1773 por Antonio
González Uría y su sobrino Antonio González Varela, a quien por
su bonhomía se lo conoció como “Miserere”; ellos
adquieren los terrenos ubicados a mano derecha del Camino Real (hoy Rivadavia) a
la altura de la actual calle Azcuénaga.
PLAZA ONCE Y EL VIEJO OMBÚ QUE HOY EXISTE
En 1807, durante la segunda Invasión Inglesa
a Buenos Aires, el virrey Liniers se enfrentó a
las tropas británicas al mando del capitán Whitelock en esta plaza, donde los ingleses obtuvieron un primer triunfo
y le dieron a Buenos Aires 3 días para que se rindan antes de avanzar sobre la
ciudad. Allí acamparon, pero nunca se imaginaron que, al ingresar a la ciudad,
miles de vecinos los esperaban armados, emboscándolos en cada esquina, imposibilitando el avance para
la toma de la ciudad.
Con el correr del tiempo, el Hueco
de Miserere se transformó en un mercado para abastecer a los vecinos de la zona,
conocido como Mercado del Oeste o Mercado 11 de septiembre,
debido al 11 de septiembre de
1852, “revolución” que Buenos Aires llevo adelante contra el Gral. Urquiza
luego de la Batalla de Caseros y que mantuvo a la provincia
10 años separada del resto del país, formando por un lado el Estado de las
Provincias Unidas y por otro el Estado de Buenos Aires.
l LA ESTACIÓN CIRCA 1900
La plaza
comienza a tomar su forma actual en 1882, en 1913 sufre una remodelación,
cuando se transforma en cabecera de la primera línea de subterráneos de Latinoamérica,
la Línea A, y la segunda en 1932, cuando se inaugura el Mausoleo de Bernardino
Rivadavia, quien fuera el primer presidente argentino, que murió en Europa y a pesar de que en su
testamento dejó muy en claro que no quería que
sus restos descansen en Argentina, sus cenizas fueron trasladadas a Buenos Aires. El mausoleo
se le encargó al constructor Carlos Yrurtia,
considerado un importante escultor argentino.
Hoy la Plaza Miserere, como cabecera
de la Estación Once de Septiembre del Ferrocarril Sarmiento (concesionado), se transformó en una plaza donde miles
de trabajadores pasan a diario, sin prestarle atención a los monumentos e historias que ella guarda. Invadida
por gente que vive en la calle, vendedores ambulantes y paradas de colectivos, fue prácticamente dejada en el olvido, aunque está
en nosotros su valoración. En tiempos recientes fue dividida en dos, dando
origen a una plaza propiamente dicha, aunque pequeña en la parte oeste, como un
espacio verde enrejado.
El Mercado 11 de septiembre
funcionó hasta 1882,
y la plaza tomó carácter de espacio abierto al
público después de la Exposición Continental realizada en 1882, durante la presidencia del general Julio A. Roca, fecha en la que
el intendente Torcuato de Alvear inició la delimitación
de la plaza.
En aquella fecha el terreno quedó
levantado sobre el nivel de la calle ya adoquinada; y de ahí que se la encuadró
con un pequeño murete, a tramos abierto por varios escalones. En su
entrada por la avenida Centro
América (actual Pueyrredón), se levantaban dos pilares a manera de ornamento, que en su remate
tenían dos copones con plantas. Sobre las actuales Ecuador y Bartolomé Mitre se dejaba ver un gigantesco ombú (aún existe un retoño del mismo, entre
las paradas de colectivos), prueba inequívoca de que todavía (año 1909) la
plaza guardaba matices de sus primeros tiempos, cuando en la vecina pulpería se
cantaban los versos de Luis Lorenzo Domínguez, “El Ombú”, por el profuso
arbolado de la plaza entonces, a comienzos del siglo, más cerca de lo rural que
de lo ciudadano.
Tras denominarse por más de 80 años “Plaza Once” (por aquel 11 de septiembre de 1852), recién en 1947, durante el
gobierno de Perón, recobrará su nombre original
“Plaza Miserere”.
LA PLAZA ACTUALMENTE
Vale recordar que, sobre la calle Azcuénaga, nace la Parroquia de Balvanera, construida en 1833, e inaugurada en 1842,
en los terrenos anteriormente donados por González Varela. Sufrió desde
entonces varias modificaciones, pero desde 1852 tiene las características
actuales. El nuevo Santuario de
San Expedito (a la entrada),
convoca multitudes todos los días 19 de cada mes y
sobre todo el día del Santo, el 19 de
abril, concurre muchísima gente a encender una
vela para agradecer o pedir, para escuchar misa o para recibir las bendiciones.
Sin embargo, pese a que todos consideran este
templo el primero del barrio, existió otro anterior,
el de la Quinta de Salinas, ubicada entre las calles Rivadavia,
Sarandí, Victoria (ahora Hipólito Irigoyen) y Rincón, levantado en 1790, dedicada
a Nuestra Señora de los Dolores (cuya imagen fue donada por Victoriana
Cabrera de Medrano), origen de la actual Iglesia Regina Martirum.
Miguel Eugenio Germino
- Luqui Lagleizer, Julio A., “Iglesias de la Ciudad de la Trinidad”,
Cuadernos de Buenos Aires, Bs. As., 1981.
- Pereyra Lahitte, Carlos T., Boletín nº
9 del Instituto de Estudios Históricos de Buenos Aires, año 1984.
- Revista Buenos Aires nos cuenta, nº 8, abril de 1988.
- http://www.google.com.ar/#q=historia+monasterio+de+valvanera+la+rioja+españa&hl=es&prmd=imvns&ei=F5YlT6K6JcW-gAeYitny
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