La leyenda de la Telesita
Telesita vivía sola en el monte
con sus ovejas. Abandonada por sus padres desde los cuatro años, se cuenta que
la jovencita solía ir a buscar alimento a las casas cercanas y que era muy
común verla vagar por las calles de Santiago del Estero,
triste y sola.
Pero no todo era tristeza en la
vida de Telesita, ya que los lugareños cuentan que la niña rebozaba de alegría
cuando escuchaba música o asistía a fiestas en el pueblo. Algunos creían que
estaba poseída por el diablo ya que podía pasar más de dos horas danzando sin
parar y gritando al compás de la música. Después de bailar
durante horas amarraba su pelo nuevamente y, sin despedirse, emprendía camino de
nuevo al monte, en mitad de la noche, sola, sin miedo a que nada le pase.
Los
vecinos de Santiago del Estero se reunieron en una nueva fiesta, pero esta vez
Telesita no apareció. Extrañados por su ausencia decidieron
salir todos juntos a buscar a la niña que por ese entonces tenía tan solo 7
años de edad.
A pocos metros de su refugio en
el monte apareció el cuerpo calcinado de Telesita. Nadie se explicaba cómo pudo haber muerto, muchos dicen que siguió
bailando hasta arder, otros apuestan a que tan
sólo se durmió cerca de una fogata y que eso ocasionó su muerte en las llamas…
pero no había restos de alguna hoguera por allí.
Desde ese día Telesita es
recordada por todos en la provincia. Muchos la consideran una especie de Virgen
niña y hasta le atribuyen algunos milagros cumplidos.
La Telesita
- Chacarera -
Telesita,
la manga mota
tus
ropitas están rotas
por
la costa del Salado
tus
pasos van extraviados.
No
preguntes por tu amor
porque
nunca lo hallarás
un
consuelo a tu dolor
en
el baile buscarás.
Por
esos campos de Dios
te
lleva tu corazón
sin
saber que tu danzar
es
tan solo una ilusión.
Rezabaile
del querer
con
su música llamó
pies
desnudos bajo el sol
la
Telesita llegó.
¡Ay!
Telésfora Castillo
tus
ojos no tienen brillo
lo
has perdido tras del monte
o
buscando el horizonte.
Con
un bombo sonador
un
cieguito al encordao
el
baile va comenzar.
Tu
esperanza se perdió
déle
bailar y bailar
lleva
tu pecho un dolor
pero
no sabes llorar.
Pobre
niña que un fogón
tu
cuerpito calcinó
y
en la noche de los tiempos
todo
el pueblo te lloró.
Estribillo
Y
así te verán bailando
loca
en cada amanecer
como
prendida la danza
muy
adentro de tu ser.
Música: Andrés
Chazarreta
Letra: Agustín Carabajal
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