Balvanera: la conformación de su identidad literaria
Balvanera, como todos los barrios, posee una riquísima
historia que a su vez fue creando una identidad que la destacó en el terreno de
la literatura, la cultura y el acontecer artístico. Se
destacaron importantes protagonistas que dejaron una huella indisoluble, no sólo
en el orden local, sino que trascendieron lo
nacional y a su vez las fronteras del país y se expandieron
por el mundo.
Fue cuna de muchos de los grandes de nuestras letras, y albergó a otros que
por diversas razones adoptaron al barrio como su
morada.
Ramón Gómez de La
Serna (Madrid 1888 - Argentina 1963).
Impulsor del género literario conocido como greguerías, un género de textos breves
semejantes a los aforismos, que expresan, de forma aguda y original,
pensamientos filosóficos, humorísticos, pragmáticos, líricos o de cualquier
otra índole, presentándolos como una sentencia
ingeniosa que surge de un choque casual entre el pensamiento y la realidad.
Residió durante muchos años y hasta su muerte en un departamento
de la calle Hipólito Yrigoyen 1974, lugar en que
una placa lo recuerda.
Alfonso Rodríguez Castelao (Rianxo, Galicia 1886 - Buenos Aires, 1950). Político, escritor y pintor español, considerado el máximo representante del nacionalismo gallego de signo progresista desde el movimiento Acción Gallega, al que se adhirió en el año 1912, cuyo objetivo era despertar la conciencia de clase del campesinado gallego. En Buenos Aires, vinculado al Centro Gallego, residió exiliado en Argentina hasta su muerte, en el barrio de Balvanera, en un departamento de la Avenida Belgrano 2605 (y Saavedra).
Baldomero Fernández Moreno
(1886 - 1950). Poeta argentino, muy vinculado al
barrio y a los barrios de Buenos Aires, a quienes le dedicó sus versos, considerado
uno de los más importantes exponentes de la corriente o tendencia denominada sencillísmo, inició un lento aprendizaje literario, a
la vez que avanzó y concluyó sus estudios de Medicina,
profesión que ejerció en paralelo a su vocación poética. Fue colaborador en
periódicos y revistas, obtuvo el Premio Nacional y el Municipal de Literatura y
fue miembro de la Academia Argentina de Letras.
Trabajó
en el Servicio de Dermatología del Hospital Español, pero en 1924, a los 38
años, abandona la práctica de la Medicina para dedicarse a la poesía a la que consagró
buena parte de sus 63 años de vida, en la que reflejó con palabras lo cotidiano
de la vida de la gente, las calles, los edificios, los barrios, con la especial visión de quien sabe mirar más allá de
lo que todos ven, dejando una decena de libros y
centenares de poemas dedicados a los barrios de Buenos Aires.
Desde
1920 Baldomero vivió en la ciudad, durante algunos años en el Pasaje Torres,
frente a Plaza Miserere, pasaje que hoy subsiste –cerrado– como pasaje privado. Hombre de afición por las caminatas interminables,
cuando los barrios de entonces se diferenciaban, ya que no habían aparecido las
megatorres que llevaron a perder esa identidad, donde del mismo modo los
árboles, el empedrado, las casas bajas, se unían a la identidad de cada zona,
que el poeta observaba en detalle.
Raúl González Tuñón (29/3/1905 - 14/8/1974). Nació en una casa tipo colonial de la calle Saavedra
615, donde una placa semi destruida lo recuerda –la casa hoy demolida–, frente
al Asilo de Huérfanos, al que le dedica algunos versos.
Desde su militancia comunista siempre comprometido con las causas sociales y
revolucionarias. Como periodista participa de la
epopeya de la Guerra Civil
española y deja obras como "Miércoles de ceniza", "La calle del
agujero en la media", publicado en 1930. Poco más tarde, en 1936, publica
otro de sus libros claves: "La rosa
blindada", entre muchos otros.
Macedonio Fernández
Macedonio Fernández (1874-1952). Autor de narraciones fantásticas que muestran su
escepticismo ante la aplicación práctica de las teorías filosóficas. Su obra
fue revalorizada después de que Jorge Luis Borges reconociera en él los
orígenes de su narrativa. Formó parte del grupo “martinfierrista” e influyó en la obra narrativa de Leopoldo Marechal y
en la poética de González Lanuza, sobre todo a través de la estrecha relación
amistosa que mantuvo con ellos. Vivió en la casa paterna de la calle Bartolomé Mitre 2021, hoy demolida, y participó
de los jugosos debates de la hoy desaparecida confitería La Perla del Once,
junto a otros protagonistas de las letras porteñas. Escribió cerca de 15 libros
entre ellos: Papeles de Recienvenido y Una novela que comienza.
Carlos de La Púa
(1898
- 1950). Carlos Raúl Muñoz y Pérez su verdadero
nombre, o Carlos Raúl Muñoz del Solar, aunque más conocido como Carlos de la
Púa, o en rueda de amigos “el Malevo Muñoz” o simplemente “Malevo”, muchos
bautizos para un solo personaje, y ¡qué personaje!. Los poemas de La
crencha engrasada, su único
y consagrado libro, pertenecen al género del lunfardo, observación un tanto
polémica porque a la poesía no se la califica por género sino por la calidad o
la sugestión de sus palabras. De todos modos, y hecha la salvedad del caso, muy
bien podría decirse que La crencha
engrasada pertenece al género lunfardo como el Martín Fierro pertenece al género gauchesco. Vivió en la calle Valentín Gómez 376 (de la antigua numeración), entre
Ecuador y Boulogne Sur Mer.
Alfredo
Carlino (1932-2018). Un poeta y militante peronista de la
resistencia, testigo cuando era aún niño de los bombardeos a Plaza de Mayo,
compartiendo su militancia con Julio César Fumarola. Autor de libros e
infinidad de poemas, Buenos Aires tiempo Gobby, Ciudad del tango, Chau,
Gatica, vivió en la calle 24 de Noviembre e Hipólito Yrigoyen, casa que
convirtió en biblioteca y sitio de militancia barrial.
Leopoldo Marechal (1900-1970). Estudió en el Mariano Acosta, y
vivió en la calle Rivadavia al 2300. Narrador, poeta, dramaturgo y ensayista argentino
vinculado inicialmente al vanguardismo, aunque luego se orientó hacia posturas
filosóficas neoplatónicas y de carácter nacionalista. Autor de Adán Buenosayres (1948), una de las novelas
rupturistas que en la década de 1940 apuntaban hacia la superación del realismo
dominante.
Leopoldo Marechal pertenece al nutrido grupo de escritores que preludiaron el “boom” de la literatura
hispanoamericana de los años 60 y que serían reconocidos gracias a ese fenómeno
editorial, autor de
numerosos libros, siendo los más consagrados: Adán Buenosayres (1948), El banquete de Severo Arcángelo
(1965), Megafón o la guerra (1970).
Edmundo
Guibour (1883-1986). Periodista, guionista
y escritor, fue uno de los amigos más
íntimos de Gardel, desde la época en que se conocieron
en las inmediaciones del Mercado de Abasto porteño al iniciarse el siglo XX.
Además estuvo en España y Francia cuando el cantor cumplía temporadas muy
exitosas en el continente europeo, ya que ofició de corresponsal de los
principales diarios argentinos.
Abelardo
Castillo (1935-2017). Otro de los escritores que vivieron en Balvanera, abordó todos los géneros literarios y
dejó la huella de su compromiso social y político en revistas como “El escarabajo de oro”, “El ornitorrinco” y “El grillo de papel”, a lo largo de su vasta trayectoria
literaria. El otro Judas (1961), Israfel (1964), Crónica de un
iniciado (1991), El Evangelio según Van Hutten (1999), son parte del
mundo donde Castillo, ya sea desde la dramaturgia, la literatura o el cuento,
ha expuesto sus años de estudio y su perspectiva sobre el hombre y el destino.
Además otros escritores que no vivieron en
el barrio aunque ambientaron parte de sus obras utilizando material histórico y
anecdotario de la zona, como: Sábato,
en su “Informe para ciegos”; Cortázar, con “un Once con olor a
colegio y paredones…”; Borges, “con sus guapos y cuchilleros”; Eichelbaum,
con su “Guapo del 900”;
César
Tiempo, con “su entorno de Junín y Lavalle”;
Girondo, “con la
Confitería del Molino”; Marco Denevi, con “la
pensión La Madrileña de su Rosaura a las 10”;
Tenembaum,
recordando “la casa paterna de Macedonio Fernández”; Bernardo
Kordon, con su “Expedición al Oeste y el túnel de la calle Ecuador”; y Roberto
Arlt, “con su Recova”, entre muchísimos otros escritores y
referencias auténticas al barrio.
Asimismo Balvanera cuenta en su patrimonio
cultural con haber sido la residencia de dramaturgos, compositores, músicos, cineastas y
directores teatrales, que dejaron su impronta en la identidad barrial, como: los hermanos Armando y Enrique Santos Discépolo,
Gardel, Troilo, Julio De Caro, Hugo del Carril, Luca
Prodan, los hermanos Miguel y Roberto Caló, y tantos otros.
Miguel
Eugenio Germino
Fuentes:
--https://emigracion.xunta.gal/es/conociendo-galicia/aprende/biografia/alfonso-daniel-
rodriguez-castelao
literatura.html
--https://www.ecured.cu/Ra%C3%BAl_Gonz%C3%A1lez_Tu%C3%B1%C3%B3n
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