Alejandro Rodríguez Álvarez, conocido como Alejandro Casona, o también “El perdido”, fue un dramaturgo y maestro español de la Generación del 27, nacido en Besullo (Asturias) el 23 de marzo de 1903.
Comediógrafo y autor de un teatro de ingenio y humor que mezcló
sabiamente la fantasía, la rebeldía, el amor y la realidad. En este sentido, la suya está considerada
una obra de carácter neo simbolista que procura la evasión, aunque observando
siempre un tono experimental. Su producción, poéticamente rica, no empleó sin embargo
en absoluto la construcción en verso.
Con el grupo
poético del 27, además de Federico García
Lorca, varios de sus miembros, como Pedro Salinas, Rafael Alberti o Miguel
Hernández, cultivaron ocasionalmente el teatro. Después de una breve incursión
en el campo de la poesía con el libro La flauta del sapo (1930),
Alejandro Casona publicó en 1932 Flor de leyendas, colección de
leyendas clásicas y medievales que le valió el Premio Nacional de Literatura, y
en 1934, año en que decidió dedicarse por completo a la dramaturgia, La
Sirena varada, por la cual recibió el Premio Lope de Vega.
Hizo una larga gira por México, Cuba y Puerto Rico. En 1937 estrena en México: Prohibido suicidarse en
primavera, y Romance en tres noches y Sinfonía
inacabada, en Montevideo en 1940.
También estuvo en Francia, Bélgica, Holanda, Suecia, Grecia y Polonia.
Se asienta en
Buenos Aires donde estrenará lo mejor de su teatro: Las tres perfectas
casadas (1941) y La dama del alba (1944), tal vez su obra
más representativa, en la que el tema de la muerte está tratado con hondura
delicada y notable gravedad. Le siguieron La barca sin pescador
(1945), La molinera de Arcos (1947), Los árboles mueren de
pie (1949), La llave en el desván (1951), Siete
gritos en el mar (1952), La tercera palabra (1953), Corona
de amor y muerte (1955), La
casa de los siete balcones (1957) y Retablo
jovial (1962).
Realizó
en Buenos Aires un extenso
trabajo para el cine y la radio.
Además, adaptó piezas breves
que se destacan por su calidad, donde fluye el pensamiento y el sentimiento.
En 1956 Casona se
siente una fuerte necesidad de regresar a España, donde luego de no lograr una
convalecencia, fallece en Madrid el 17 de septiembre
de 1965.
Natán Blum
No hay comentarios:
Publicar un comentario