lunes, 27 de junio de 2022

LA MASACRE DE AVELLANEDA

 “A QUIEN LE QUEPA EL SAYO QUE SE LO PONGA”


                                                                       Eduardo Duhalde, su canciller, Carlos Ruckauf


 A 20 AÑOS DE LA “MASACREDE AVELLANEDA”

EL SANGUINARIO ASESINATO DE KOSTEKI Y SANTILLÁN

 

                        Finalmente tras la masacre y  largos cabildeos,  detuvieron,  fueron procesados y  condenados los asesinos materiales: el comisario Alfredo Fanchiotti y el cabo Alejandro Acosta, vulgares asesinos a sueldo del Estado,  pero quedaron los otros: los asesinos  intelectuales, que tienen nombre y apellido, y el paso del tiempo no debe lograr para ellos el olvido, y menos el perdón.

                     Se supo desde un primer momento, de las complicidades, las órdenes y contraordenes impartidas, pero finalmente la justicia… “la justicia” siempre,   con ausencias y presencias sospechosas, dio la última palabra.

                       El gobierno intentó despegarse de las muertes, y  ese mismo día, habló de un “complot”, con el que trató de responsabilizar a los mismos piqueteros de sus propias muertes. “Se mataron entre ellos” fue la primera versión oficial, el secretario de la presidencia, Aníbal Fernández, habló de informes de inteligencia que sostenían que los piqueteros habían hablado en una asamblea de iniciar una lucha armada. “En esa asamblea se habló de lucha armada. En esa asamblea se definió un plan de lucha que no es otra cosa que un cronograma de hostilidades”, dijo.

                      Cuando sucedieron  los hechos, el presidente era Eduardo Duhalde, su canciller, Carlos Ruckauf, y el Gobernador de Buenos Aires Felipe Solá, de quien dependía la Bonaerense, quien  tuvo un diálogo ese mismo día con la Madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas, que lo interpeló por la represión. “mire Nora, ese es un enfrentamiento entre pobres contra pobres, quédese tranquila”, le respondió y horas más tarde recibió en su despacho al comisario Fanchiotti, a quien felicitó por su desempeño, ¡todo un cinismo de época!

                       No se trata de acusar, por acusar a nadie, se trata de hechos, dichos y nombres, el grueso de la población conoce lo ocurrido, y difundido por muchos medios nacionales y del exterior, resta entonces que: “A QUIEN LE QUEPA EL SAYO QUE SE LO PONGA”, lo demás son puras palabras huecas y vanas, que se las lleva el viento, y es lo más parecido a ¡IMPUNIDAD!

                                                                                                                                                                                         Primera Página

                                     26 de junio de 2022




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