miércoles, 29 de junio de 2022

LA MASACRE DE NAPALPI 98 AÑOS DESPUÉS

 

19 de julio de 1924: la Masacre de Napalpí 98 años después

 

                                                        LA SENTENCIA 98 AÑOS DESPUÉS

           

         Debieron pasar 98 años, y desaparecer casi todas las víctimas y sus familiares sólo sobrevive unopara hacer justicia. Primera Página publicó en su nº 265 de julio de 2017 una nota denuncia sobre el tema en su “Recuperando la memoria”.

Napalpí (19 de julio de 1924), junto a otras masacres como: la de “Rincón Bomba” en Formosa (1947), la “Campaña del Desierto” (de 1879 hasta 1886), la Semana Trágica (7 al 14 enero de 1919), La Patagonia Trágica (1921-1922), La Forestal (1921), el Bombardeo a Plaza de Mayo (1955), los fusilamientos de los Basurales de León Suárez (9 de junio de 1956), El apagón de Ledesma, Jujuy (22 al 27 de junio de 1976). Y cuántas más… la historia argentina estuvo tapizada de masacres, la mayor parte no aclaradas y de las que muchos de sus responsables directos y/o intelectuales, permanecieron impunes. Las víctimas fueron trabajadores y pueblos originarios.

 

 A 98 AÑOS SE REABRE EL JUICIO - LA SENTENCIA

 

“Declarar que la ‘Masacre de Napalpí’, ocurrida en 1924, como así los hechos posteriores la persecución y el asesinato de quienes lograron escapar de la balacera perpetrada en apenas una hora, son crímenes de lesa humanidad, cometidos en el marco del genocidio de los pueblos indígenas”.

Así leyó con voz firme la jueza federal Zunilda Nirempreger en la sala de convenciones Gala de Resistencia, Chaco. A su lado estaban los fiscales y querellantes representantes de las comunidades Qom y Moqoit, que durante la mañana habían realizado sus alegatos. Declarar como hecho probado que existió responsabilidad del Estado Nacional argentino en la planificación, ejecución y encubrimiento en la comisión del delito de homicidio agravado con ensañamiento con impulso de perversidad brutal”, su lectura era traducida en simultáneo a las lenguas indígenas. 98 años después llegó la justicia para los más de 400 asesinados por parte de fuerzas estatales y colonos del entonces territorio nacional de Chaco el 19 de julio de 1924.

El planteo significa en primer lugar, el reconocimiento del "genocidio indígena" en la Argentina. Da cuenta del valor de la verdad y la tradición oral de estos pueblos, quienes recién 98 años después pudieron comenzar a hablar del hecho. Se dictan "medidas reparatorias" que buscan hacer conocer lo sucedido. Entre ellas, la emisión completa de este juicio revelador, a través de sistemas masivos como la Televisión Pública, para que la sociedad pueda conocer y comprender los hechos allí reconstruidos, y reparar los procesos de discriminación y racismo a los que todavía hoy son sometidas las comunidades originarias.

Se trata del primer "juicio por la verdad", un proceso penal que juzgó una de las mayores matanzas cometidas contra pueblos originarios en este país, la llamada Masacre de Napalpí.

El juicio, instigado por la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal de Resistencia, capital de la provincia de Chaco, en el noreste argentino, buscó determinar los hechos detrás de la matanza de más de 400 indígenas moqoit (o mocoví) y qom en ese territorio a manos de agentes estatales en 1924.

La jueza federal de Resistencia Zunilda Niremperger ordenó que se realizara el inusual proceso tras determinar que "los hechos objeto de investigación exhiben características que permiten su inclusión dentro de la categoría de delitos de lesa humanidad, cuya imprescriptibilidad posibilita que a pesar del tiempo transcurrido se pueda investigar".

"La búsqueda efectiva de la verdad resulta relevante no solo en términos de memoria colectiva, sino que puede operar favorablemente en el terreno de la reparación histórica y simbólica hacia las comunidades que habrían sido damnificadas directamente con tales hechos", argumentó la magistrada. También un precedente fundamental en otros casos ocurridos en nuestro pasado más reciente.


                  LOS PUEBLOS NATIVOS DE NAPALPÍ


                                                        LOS NATIVOS DE NAPALPI

 Según los registros existentes se conoce que dos grandes grupos o familias con características comunes, entre ellas lingüísticas, habitaron aquella zona: los Guaicurú donde se englobaban las tribus pámpidos, como mocovíes, qom, pilagáes o abipones, y los Mataco-Mataguayo pertenecientes a los pueblos Wichís o Mataco, con más influencias amazónicas y andinas.

La Reducción Aborigen de Napalpí (a 120 kilómetros de Resistencia) era un espacio de sometimiento donde los indígenas eran obligados a trabajar en condiciones de semi esclavitud. Los maltratos eran frecuentes y no tenían los mismos derechos que el resto de la población.

En 1895, la superficie sembrada de algodón en el Chaco era de sólo 100 hectáreas, pero el precio internacional ascendía y los campos del norte comenzaron a inundarse de capullos blancos donde trabajaban jornadas eternas miles de hombres de piel oscura. En 1923, los sembradíos chaqueños de algodón ya alcanzaban las 50.000 hectáreas. En julio de 1924 los indígenas se declararon en huelga. Denunciaban los maltratos y la explotación de los terratenientes, planeaban marchar a los ingenios azucareros de Salta y Jujuy, pero el gobernador Fernando Centeno les prohibió abandonar Chaco y, ante la persistencia indígena, ordenó la represión. El argumento oficial fue una supuesta “sublevación” indígena.

 

 LOS HECHOS: SOLO DESOLACIÓN Y MUERTE


                              LOS ASESINOS FOTOGRAFIÁNDOSE JUNTO AL AVION
 

En aquella mañana del 19 de julio de 1924, 130 policías y un grupo de civiles partieron desde Quitilipi hasta Napalpí, a 120 kilómetros de Resistencia, Chaco. El historiador Favio Echarri reseñó que el entonces gobernador del territorio chaqueño, Fernando Centeno, había ordenado: "Procedan con rigor para con los sublevados". Según datos de la Red de Comunicación Indígena, durante 45 minutos la policía descargó más de 5 mil balas de fusil sobre la reducción de Napalpí, palabra toba que paradójicamente significa "lugar de los muertos".

También fue utilizada una avioneta de reconocimiento, con la que se trató de amedrentar a los rebeldes indefensos y evitar cualquier resistencia. La brigada policial contó con un avión que también ametrallaba a los sitiados desde la altura.

Pedro Solans y Carlos Díaz indicaron que el total de víctimas fue de 423, aunque otras fuentes lo elevan a 700 entre indígenas y cosecheros de Corrientes, Santiago del Estero y Formosa. El 90% de los fusilados y empalados eran tobas y mocovíes. Algunos muertos fueron enterrados en fosas comunes, otros sólo quemados.

Se estima que lograron escapar 38 niños. La mitad fueron entregados como sirvientes en Quitilipi y Machagai, mientras el resto murió en el camino. También se salvaron 15 adultos, entre ellos Melitona, una de las pocas mujeres que tuvo la fortuna de no ser violada, aunque guardó silencio por temor durante muchos años.

El relato de los historiadores es desgarrador. En el libro "Memorias del Gran Chaco", Mercedes Silva señala que el mocoví Pedro Maidana fue muerto de forma salvaje: "Le extirparon los testículos y una oreja para exhibirlos como trofeo de batalla". Maidana había sido uno de los líderes de la huelga que derivó en la matanza.

Los aborígenes y criollos reclamaban una justa retribución por la cosecha de algodón o bien poder salir de la provincia para trabajar en otros ingenios que ofrecían mejor paga. Sin embargo, para la versión oficial se trató de una "sublevación indígena".

 

 

EL SILENCIO, LOS INVESTIGADORES Y EL OLVIDO

 

Existen dos versiones que difieren radicalmente en la interpretación de los hechos. Una, correspondiente a descendientes indígenas, en la que se mantiene inalterable el relato que fueron reconstruyendo historiadores, antropólogos e investigadores, sobre el martirio de esos hombres, mujeres, niños y ancianos inmolados por el odio y el miedo de quienes los atacaron brutalmente.

Y otra, la visión oficial, repite el relato colonizador en el que los aborígenes debieron ser reprimidos porque estaban “levantados” o pensaban atacar a los centros poblados, cosa que nunca existió.

 

 

MELITONA ENRIQUE Y ROSA GRILO ÚLTIMA SOBREVIVIENTE


           Melitona Enriquez murió en el 2008 a los 107 años de edad

 

Melitona Enrique murió en el año 2008, a los 107 años, después de haber escuchado la tardía disculpa de las autoridades. Cuando tenía 23, sobrevivió a la masacre oculta en la trastienda de la historia argentina.

Según relata Pedro Jorge Solans: “Melitona también apeló al silencio para salvarse. Tuvo su prueba de fuego cuando la arrastraron hacia el corazón del monte bajo la balacera policial. Tenía que aguantar el dolor. Las espinas, los arbustos y no sé cuántas cosas más, marcaron su cuerpo como en una yerra. Nada podía ser más fuerte que su vida. Sólo gestos. Nada de gritos. Nada de llantos. Su tío le dijo que el silencio era tan importante como esconderse. Si era necesario había que olvidar.

Ella, una hermosa joven toba de 23 años, no sabía cómo borrar lo sucedido aquella mañana del sábado 19 de julio de 1924:

Cuando esos hombres blancos mataban y mataban desde un aparato que volaba, aquellos labios de aquellas bocas con aquellas dentaduras, aquellos hombres blancos, hombres blancos con gafas negras, que miraban y se reían desde arriba. ¡Cómo olvidarlo, se reían como diablos y gritaban como lobos! Abrían la boca. Abrían la boca. Se reían y festejaban cuando caían los niños, las mujeres, los ancianos…

¡Cómo olvidarlo! ¡Cómo olvidarlo!

Y después los policías a caballo que disparaban y los de a pie que degollaban con tanta furia que los uniformes reventaban. No parecían seres humanos. ¿O sí?

¡Cómo olvidarlo! ¡Cómo olvidarlo! ¡Cómo olvidarlo!”.


               Rosa Grilo, de 114 años, es la última sobreviviente 

Rosa Grilo, de 114 años, es la última de los sobrevivientes de aquella tragedia, de la que a 98 años parece hacerse, al menos, una justicia formal.

 

 

GRUPO DE ORIGINARIOS DE LA ZONA

 

Un informe de la Asociación Amigos del Aborigen Chaqueño, diagnosticó en los años 1970 que la población total de la hoy Colonia Aborigen Chaco, era de unas 2.900 personas, conformadas en un 80% por pueblos originarios. El 70% de ellos eran colonos que no tenían propiedad sobre la tierra y carecían de recursos suficientes para el cultivo; la población restante trabajaba en tierras vecinas. Los edificios públicos eran precarios tanto en salud (atendido por un solo enfermero) como en educación; sólo un 36% de los niños en edad escolar asistían al nivel primario, y el analfabetismo llegaba al 60% de la población adulta. Las viviendas casi en su totalidad eran ranchos, sin la higiene necesaria, aumentando el riesgo de enfermedades y epidemias.

Napalpí fue una de las tantas heridas abiertas de la historia, de la que se hizo justicia, al menos formal, ¡pero sólo después de 98 años!.

 

 Miguel Eugenio Germino

ver video:👎

https://youtu.be/LDRL4NEvlrs


Fuentes:

-Primera Página, nº 265 de julio de 2017

-http://www.elfederal.com.ar/conoce-la-historia-de-melitona-la-sobreviviente-de-napalpi/

-http://www.elortiba.org/napalpi.html

-http://www.emancipacionsur.com.ar/la-masacre-de-napalpi/

-http://www.taringa.net/posts/apuntes-y-monografias/3010297/Chaco-La-masacre-indigena 

 de-Napalpi.html

-https://sobrehistoria.com/la-masacre-de-napalp/

-https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-61170155

-https://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-251066-2014-07-19.html




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