viernes, 31 de octubre de 2025

EDITORIAL DE NOVIEMBRE DE 2025 Nº 365



EDITORIAL


Finalmente, el pueblo votó y el resultado fue la estabilidad en la penumbra, tal vez el miedo y priorizar el anti peronismo; el electorado desestimó tanto la corrupción como el narcotráfico. El abstencionismo puso lo suyo, pero no cambia la lectura de un triunfo incuestionable y contundente del gobierno, con un 40%. 

Habrá tela para cortar durante un tiempo para analizar este comportamiento no esperado, y el nuevo fracaso de las encuestas que no previeron lo sucedido. La ratificación al plebiscitar a Milei, a pesar de sus anuncios pre electorales de mayores ajustes, con reformas laborales y previsionales, lesivas para los trabajadores, jubilados, estudiantes, discapacitados, personal de salud, etc. La pérdida de derechos y que, a pesar de estar mal, suponer que se puede estar peor sin Milei, o tal vez el miedo a una explosión que termine con todo.

Ahora la disputa se traslada al Parlamento.

El abstencionismo jugó su papel, pero no justifica el comportamiento del escaso 60% que votó; tampoco el electorado evaluó la pérdida de soberanía, ni las relaciones carnales con los Estados Unidos. Argentina y América suman 215 años de una guerra inconclusa, primero contra la colonización española, luego contra la inglesa y hoy contra los EE.UU. y el FMI, que lograron entronizar a la banca Morgan en el mismo gabinete de Milei, sin que ese 40% que votó al gobierno se ponga colorado.

El tiempo será el testigo de cómo continuará el futuro del país y de sus habitantes, que no pinta nada claro en un escenario catastrófico, de extrema gravedad, marcado por una profunda crisis económica, sin alternativas claras de una pronta salida, con un endeudamiento brutal que deberán pagar en el futuro, nietos y recontra nietos.

Las relaciones carnales con los Estados Unidos marcan una inédita dependencia jamás vista, mayor a las épocas de Braden o durante el gobierno de Menem, hoy en un contexto de multipolaridad, donde Argentina carece de sintonía con los procesos internacionales actuales y la creciente influencia de las potencias económicas asiáticas, especialmente de China.

Dicen que el tiempo cicatriza las heridas, pero ¿podrá el tiempo revertir los daños irreparables en la sociedad, donde los decibeles más bajos de su escala se encuentran en total desamparo? Son preguntas a formularse en los próximos días, semanas, meses… pero la respuesta es una incógnita.

Como corolario, Scott Bessent, desde “el Tesoro” de los EE.UU., saludó alborozado la victoria de Milei: “Esperamos que continúen los pasos hacia una mayor libertad económica”. Ésta es la cuestión.


                                Hasta la próxima




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