BALDOSAS
PARA NO OLVIDAR
Una
de las acciones que fotografié continuadamente desde que comencé a registrar
actividades políticas y culturales en nuestra comuna,
han sido las referidas a la Memoria de nuestros desaparecides. Desde que nació Memoria
Almagro, en el año 2006, funciona en la Casona de Humahuaca y es integrante
de una red de toda la ciudad que fue convocada originariamente por Osvaldo
López integrante de la Asamblea de San Telmo y el Encuentro por la Memoria
que una vez por año organizaban las marchas de las antorchas cada 24 de marzo
en su barrio. Allí nace la propuesta de realizar las Baldosas con
cemento que era el material que mejor podía adaptarse para que quedaran
colocadas en las calles y convocaran al recuerdo y homenaje en forma permanente.
Desde la idea inicial fueron enriqueciéndose con las ideas que surgían
colectivamente.
De
las 287 Baldosas construidas por esta organización,
24 baldosas con 33 nombres han sido colocadas en las calles de Almagro y 10
baldosas con 49 nombres en el barrio de Boedo. Muchas de nuestras instituciones
de Almagro también han colocado 21 baldosas con 65 nombres. La primera Baldosa fue
colocada en la esquina de Medrano y Corrientes el 9 de junio del 2006 en
homenaje a Beatriz Le Fur, cuya hermana Alicia es
una de las integrantes de esta organización desde sus comienzos y hoy junto a
Gustavo Sales, Marisa Munczek, y Gabriela Sellart.
Las
acciones colectivas son las que preservan mejor nuestra memoria y las
intervenciones en las calles con Baldosas se han convertido en una de esas que
se transforman en un ritual, una manera de homenajear a las víctimas e impedir
el olvido.
La
construcción de las Baldosas y luego su colocación se transformaron en fuertes
actos de amor y vida y de esta manera los familiares pudieron despedirlos con
los honores amorosos habituales, frente a las muertes de los seres queridos.
Las
Baldosas delatan su ausencia y también nos cuentan algún detalle de la vida de
quienes están siendo homenajeados, a partir de que en ese lugar queda la señalización, ya sea porque vivía, trabajaba, estudiaba o porque
de ahí fue secuestrado o llevado con vida.
Habiendo
sido testigo de muchas, puedo confirmar el resultado aliviador por poder
llorar, abrazarse y sonreír con orgullo recordando a los que no tuvieron
ninguna despedida.
Sorprendernos
con una Baldosa cuando transitamos la ciudad provoca al menos un instante de
conexión con la memoria, con nuestra historia.
Fotografío
todo este proceso porque no quiero olvidar, quiero saber quiénes somos, saber
de dónde venimos y para al menos suponer a dónde vamos.
Mónica Hasenberg
Contacto:
Humahuaca 3508 (memoriaalmagro@gmail.com)
1 comentario:
No olivdaremos, seguiremos teniendo memoria
Gracias
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